Su cuerpo estaba lleno de llagas, sus ojos opacos y casi sin visión, cojeaba y lo peor de todo es que su alma estaba destrozada.
Era un perro destruido. Durante bastante tiempo no reaccionaba a nuestros cuidados ni atenciones, llegamos a pensar que había decidido dejarse morir.
Afortunadamente, trás mucho esfuerzo y cariño empezó a sentirse vivo y volvió a él la alegría y esperanza.
Su dueño le había dejado para morir y 'benevolamente' le había curado las heridas con ZOTAL.
Un desgraciado que le gusta jugar con la vida de los animales. Este tipo está denunciado pero nos suponemos que al igual que otros muchos, terminará lléndose de rositas y a por el siguiente perro por lo bien que lo ha hecho. Asco de gente.
Actualmente Modesto ha recuperado mucho su aspecto fisico aunque todavía hay que seguir tratándole ya que para su desgracia tiene lehismania pero para su suerte está controlada y el es feliz.
Juega, salta y pide la pelota, parece un cachorrón. Busca a un dueño serio y comprometido que le cuide y le de la oportunidad de vivir con dignidad. Se lleva bien con otros perros y con los gatos así como con la gente.
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